Descripción
Necesitamos un estilo de liderazgo diferente, que siga el modelo de Jesús. Jesús influyó en otros por ser quién era, no porque fuese conocido o una persona con poder, o porque hubiera dominado un conjunto de técnicas ni introducido una estrategia eficaz de liderazgo. A muchas personas que ocupan puestos de liderazgo les cuesta dirigir debido a diversos obstáculos, como la falta de fondos, la ausencia de autoridad o la confusión respecto a los métodos. Jesús se enfrentó a estas cosas (y a más), pero cumplió su misión. Este libro no habla de cómo mejorar las organizaciones cristianas; se centra en cambiar la forma en la que los cristianos lideran. Va dirigido a todos los que tengan un megáfono, un estrado desde el que hablar, que quieran guiar a otros en el camino de ser testigos de la verdad. Es para las personas ante un púlpito, tanto si este adopta la forma de una empresa como la de una posición influyente en un entorno cultural: el ocio, el deporte, la política, la industria, el arte, el mundo académico o la religión. Si eres alguien a quien otros escuchan, tienes un púlpito, y este libro es para ti. Jesús era un tipo de maestro distinto. Los fariseos se concentraban en hacer lo correcto; Jesús enfatizó la conversión en el tipo de personas que quiere hacer lo correcto. Otros enseñaron la importancia de hacer el bien; Jesús enseñó a ser bueno. No enseñó solamente la modificación de la conducta; enseñó cómo cambiar las fuentes de esta. Para saber cómo guiar a otros debes comenzar viendo a Jesús como tu líder. Dentro de Ágora, este libro pertenece a la categoría BIBLIA Y CULTURA. LEER LA RESEÑA DE DANIEL BENÍTEZ LEER EL PRIMER CAPÍTULO OTROS LIBROS DE ÁGORA Índice de El líder cristiano La rehabilitación de los líderes cristianos: La rehabilitación de los líderes cristianos parte del compromiso de hacer más que admitir la singularidad de Jesús; se produce cuando reestructuran sus vidas en torno a las prácticas de aquel. ¿Qué alegra a un líder? Jesús se alegraba cuando sus seguidores disfrutaban de gozo y de sentido. Dejemos huella en el mundo: Jesús era muy eficaz cuando era él mismo en las circunstancias cotidianas de la vida. La cosmovisión del líder: Jesús fue eficaz en este mundo porque le guiaba la realidad de otro mundo. El líder humilde: Jesús pudo servir porque tenía un concepto claro de quién era la persona de la que dependía, y porque lo admitía sin problemas. Convertirse en otra cosa: Jesús no se guardó nada; nos enseñó que debemos dejar a un lado los privilegios y que tenemos una gran capacidad para cambiar. El liderazgo en tiempos difíciles: Jesús nos enseñó a sufrir bajo presión, resistir en medio de ella y enseñar a otros. Las recompensas del liderazgo: Jesús estaba satisfecho con el conocimiento de que había acabado fielmente la obra de su Padre y que no había malgastado nada de lo que el Padre le confió. Los líderes son un trabajo en progreso: Jesús fue un ejemplo para nosotros de que el liderazgo consiste tanto en seguir a otros, escucharles y someterse a ellos, como en ser dirigido. Conllevará sufrimiento y placer, y no acabará hasta que hayamos concluido la obra de Dios.