Descripción
Toda la Biblia enseña la verdad y despierta emociones, pero los Salmos están en una categoría propia. No solo despiertan el corazón; lo ponen en primer plano. No meramente invitan a nuestras emociones a responder a la verdad de Dios; ponen nuestras emociones en exhibición. Los Salmos son más que imponentes, son contagiosos. No solo estamos escuchando ideas y sentimientos profundos. Vivimos entre ellos en su desbordamiento. Tocamos almohadas mojadas con lágrimas. Escuchamos y sentimos los gritos de aflicción, vergüenza, arrepentimiento, pena, ira, desaliento y agitación. Pero lo que hace que todo esto sea increíblemente diferente de las penas del mundo es que todo eso, absolutamente todo, se experimenta en relación con el Dios totalmente Soberano.